Mi nombre es Chiqui, bueno no, en realidad mi verdadero nombre es Fernando Picazo, pero desde el principio de los días todo el mundo se empeñó en llamarme Chiqui, así que es el nombre que siento más cercano a mi identidad y además me gusta. Llevo casi tres años viviendo en Japón y trabajando como científico, concretamente en Tokio, y desde que llegué también se me ha llegado a conocer como Ferpisan, o Fer, Ferpi o Feruchan o quien sabe cuantos más otros nombres que no logro recordar.
Hay dos cosas que me gustan por encima de todo: los viajes y los líos. A los primeros dedico todo mi tiempo de ocio y mis energías. Empecé a viajar hace 15 años y nunca desde entonces he dejado de hacerlo. Me fascina conocer lugares y gente, y son dos cosas que sólo descubres en estado puro mientras viajas, mientras te sumerges en nuevas culturas y te peleas por entenderlas. He visto millones de sitios y sin embargo me queda prácticamente todo por entender. Los líos son el otro asunto que ocupa mis pensamientos. La tranquilidad no va conmigo, y no puedo dejar de darle vueltas a la cabeza para inventar proyectos absurdos en los que embarcarme. De todo este vodevil de ideas han surgido pequeños grandes logros como los viajes Albacete-Japón Express, las clases de cocina española para japoneses, organizar una noche de monólogos en español en Japón e incluso montar una Feria de Abril de Sevilla en el mismo centro de Tokio.
En este blog hablo de mis viajes, de mi vida en Japón en la actualidad y, a veces, de cosas que simplemente me sale de ahí mismo contar. Otra de mis pasiones es la gastronomía, por lo que hace un tiempo también decidí comenzar a hacer mis pinitos como crítico con una guía para recomendar restaurantes y hoteles, que yo considero merecen estar dentro de los Restaurantes y hoteles del Tío Chiqui.
Pero esta casa afortunadamente no es únicamente mía, en este espacio vienen a tomar café con leche a menudo amigos de siempre, y otros que lo empezaron a ser aquí mismo, y entre unos y otros hablamos, comentamos lo que se tercie y a veces incluso discutimos. Estás invitado a unirte a nuestra sobremesa, de hecho será un placer recibirte, pero recuerda que aquí por encima de todo ondea la bandera de la educación y el respeto.
Un abrazo grande y bienvenidos.
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